Se necesita solo un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, un día para quererlo, pero se necesita toda una vida para que lo puedas olvidar....
En mi viaje a Ecuador el año 2002, conocí la playa Salinas... hermoso lugar y ahí recordé lo que sucedió algunos días antes en el paseo Ahumada, cuando me dijiste que no resultaría algo entre los dos... entonces escribí con una rama en la orilla del mar tu nombre, miré al cielo y le dije a Dios: "Así como el mar borrará este nombre de la arena, así quiero que lo saques de mi corazón y mi mente". Casi tres años después puedo decir que hace tiempo que me olvidé de tí.
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